¿Qué os va pareciendo mi blog?

domingo, 24 de enero de 2010

Costumbre de creernos Dios

Mientras conducía, he estado pensando en esta asignatura, en la carrera que estudio, en las personas que la estudiamos, y sobre todo, en qué clase de personas somos. Dentro de un año, se nos va a pedir que valoremos y estudiemos a los usuarios, se nos va a requerir que diagnostiquemos si una persona está desadaptada y que intervengamos con ella. Y he ahí lo que me preocupa...INTERVENIR.
¿REALMENTE DEBO DE HACERLO? Me preocupa esa obsesión constante de decirles a las otras personas los errores que cometen en sus vidas, de resaltarles sus carencias y decirles que tenemos la llave para ayudarles a un camino más recto. Porque aunque no queramos admitirlo, básicamente nuestras ideas giran en ese sentido. Tenemos esa actitud superior que nos dice que tenemos que proteger al desamparado y darle cositas que le hagan la vida mejor. Y esa persona estará agradecida y nos dirá que somos muy buenos y buenas.
Pero que no, que yo no quiero eso. Que yo no quiero meterme en la vida de las personas si éstas no me lo piden, y que mi labor no se va a basar en la graciabilidad y la superioridad profesional. De hecho...¿tenemos los suficientes conocimientos como para considerarnos futuros profesionales hechos y derechos? o mejor dicho aún, ¿somos personas con unos valores adecuados para desempeñar este tipo de trabajo? Si redactamos proyectos plagados de ideas relacionadas con la IGUALDAD, la SOLIDARIDAD, la TOLERANCIA y luego en nuestra propia clase aplastamos al de al lado sin piedad por lograr una matrícula de honor o por quedar mejor delante del profesor...¿realmente sabemos en qué consisten esos conceptos o los usamos porque es lo políticamente correcto?
Dudo mucho que sepamos el significado de la palabra compañerismo, y cuestiono seriamente que estemos legitimmados a hacer diagnósticos de la situación de otras personas cuando nosotros mismos tenemos carencias preocupantes. Y no se trata de alcholismo, de drogadicción...al fin y al cabo, eso tiene solución. Me refiero al interior de las personas, a interiores corrompidos, a actitudes y valores que no se atreven a ser manifestados por hipocresía y que son un obstáculo para ser verdaderos profesionales.
Después de conocer a muchas de las personas que van a dedicarse a esta profesión, después de saber qué virtudes y defectos tengo yo misma, sinceramente, considero que muchos de nosotros no estamos preparados. Mi pegunta es la siguiente...¿en manos de quiénes va a estar el futuro de otras muchas personas?

2 comentarios:

  1. Por supuesto que sí, no somos seres superiores, somos seres que tenemos una u otra ideología, pero que, desde mi punto de vista, nunca tenemos que imponerla al usuario. Porque lo que para nosotros es lo correcto puede que para esa persona no lo sea. Considero que lo básico es respetar la LIBERTAD del usuario. Me ha gustado tu texto, me ha hecho pensar y eso me gusta :). Creo que muchos profesionales, estudiantes de este campo, o personas en general, solemos considerar la intervención socioeducativa así, y, te apoyo, sin lugar a dudas en considerarlo un error. =) ¡Besitos!

    ResponderEliminar
  2. Nadie somos dioses, aunque algunos/as tenga esas necesidad de creerselo, pero es simplemente porque sus vidas están tan vacia que necesitan tener algo que enseñar a la sociedad...es una pena... ya que serán personas que nunca avanzarán en nada...no somos dioses, pero algunos intentamos ser cada día mejor persona

    ResponderEliminar