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lunes, 3 de mayo de 2010

Exposición Síndrome de Down


27-4-2010



EL día 27 de abril expusieron Manuel Torralbo y Maria Jesús, compañeros del M1. La temática versaba sobre el Síndromde de Down. Nos contaron que es un síndrome, no una enfermedad, que afecta a uno de los cromosomas. En vez de haber un par de ellos, hay una trisomía. De modo que la persona nace con una serie de características físicas y, a menudo, con un conjunto de patologías asociadas.



Los compañeros hicieron una introducción con un vídeo en el que se hacían preguntas a personas de distintas edades y sexos para comprobar los estereotipos existentes en la población sobre ellos (son "pobrecitos", son muy "cariñosos" eran algunos de los comentarios que se recogían).

También pudimos ver un vídeo de una entrevista a Pablo Pineda en el Programa "El Hormiguero".

Posteriormente dieron una pequeña introducción sobre el colectivo.
Pudimos ver que el marco legislativo que ampara a las personas con Síndrome Down es:
Ley 39/2006 de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a personas en situación de dependencia, L. I. S. M. I. y la L.E.A.
También hicimos un recorrido por los principales factores de riesgo. Posteriormente, se pasó a ceder la palabra a una maestra de educación especial, así como a sus cuatro alumnos. Dos de ellos tienen Síndrome Down y los otros dos, otro tipo de discapacidad entre la que podemos observar, un retraso mental.

La directora con su presencia quizo hacer destacar cómo, a menudo, tratamos a las personas con Down como si fueran especiales, sin darnos cuenta de que los dos otros chicos también, por su discapacidad, se encontraban con dificultades constantes y con menos recursos y ayudas por parte de la sociedad. Intentó que fueran estos chicos quienes contaran sus experiencias. La timidez en parte fue lo que les pudo limitar un poco, aunque pude sacar varias conclusiones de su discurso:


  • Pablo Pineda NO es un ejemplo de persona con síndrome Down. Su trayectoria personal y académicas es fruto de unas características concretas suyas. La directora considera que, de hecho, la figura de Pablo no es una buena representación de este colectivo ya que hace que los padres quieran que sus hijos se parezcan a ellos. Evidentemente, el curriculum de este hombre es ejemplar, pero también es fruto de unas y los presionen. Su situación es fruto de unas características personales muy concretas y de unos estímulos que hay ido recibiendo muy distinto al que reciben otras personas.

  • Las personas con discapacidad, incluidos los Síndrome Down, no tienen suficientes recursos sobre los que apoyarse. La directora contó como en otras zonas del norte, cuentan con una formación profesional tan completa que permite a estas personas incorporarse al puesto de trabajo para el que están formado.

  • Los cuatro chicos que vinieron están haciendo prácticas para organismos oficiales. Sin embargo, pese a lo eficientes que son desempeñando su trabajo y a la utilidad de éste, se les ponen numerosas barreras para que, una vez finalizadas las prácticas, sean contratados.

  • Ellos prefieren relacionarse entre ellos, tener amigos de sus mismas caraterísticas.

  • Tienen muchas limitaciones en todos los sentidos, que si bien no deben de ser criticadas ni servir para infravalorarlos, se deben de usar como potencialidades. El proceso de aprendizaje debe de tener en cuenta esas características.

  • Los maestros de los colegios no estudian en su temario nada relacionado con personas con discapacidad, de modo que a posteriori, no saben cómo trabajar con personas de estas características.

Reflexión personal.


Sinceramente, la exposición me dejó con mal sabor de boca. Más que nada porque intenté exponer una idea que considero importante, y no se me entendió, o no se me dejó expresarme por falta de tiempo. El año pasado, por estas fechas, asistí a un curso sobre diversidad funcional. Aprendí que las discapacidades son características más que tienen los individuos cuando nacen, o que adquieren a lo largo del tiempo. Son limitaciones, grandes limitaciones, que podrían dejar de serlo si se pusiera a disposición de estas personas los recursos que requieren. Por ejemplo, una atención educativa que se ciñera a sus características.


Por otro lado, considero que llamarlos anormales puede de ser práctico en la jerga cotidiana, pero que del mismo modo, es discriminatorio y muy peyorativo. La normalidad es un concepto muy abstracto y subjetivo. Lo que yo considero normal puede no serlo. Todos somos diferentes, ninguno en alguna de nuestras circusntancias nos ajustamos al parón de normalidad. Por tanto, ¿por qué usar esa palabra para definir a personas con discapacidades? ¿son ellos menos normales por tener unas características físicas diferentes a las mias? El hecho de considerar a una persona como anormal ya predispone a un trato y a un comportamiento distinto. Nosotros, dentro de nuestra profesión, al tener claro que una persona con discapacidad es exactamente igual que una que técnicamente no tiene discapacidad, quizás nos podemos permitir usar esa nomenclatura, pero no podemos permitir que se extienda al conjunto de la sociedad.

Personalmente, considero que todas mis ideas sobre dispacidad atienden a la información que tengo después de haber acudido al curso y haber hecho un trabajo sobre el colectivo, de modo que estoy abierta a que cualquier persona me rebata. De hecho, al finalizar el seminario tuve una interesante conversación con María Jesús sobre este asunto que me hizo reflexionar. Por tanto, invito a quienes me leáis a que me dejéis comentarios con vuestra opinión.

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